1) K’nemaj: el respeto: hacia la diversidad de las mujeres, a sus formas de organización comunitaria, a nuestra madre tierra y a la naturaleza. Valoración de las mujeres, sus experiencias, sus pensamientos y sus opciones en la vida.
2) Ajowab’el: Significa amor, constituye una fuente del ser humano para tejer humanidad y vida plena. Es la ternura, la cp y a la perseverancia con que se realiza una acción o un trabajo con reciprocidad.
3) Ruk’ux K’aslemal: Es la espiritualidad o búsqueda de la esencia de la vida del todo y en todo.La razón del poder-hacer (el poder político) es la preservación de la vida en equilibrio y la armonía del todo.
4) K’uqb’ab’e K’u’x: Confianza o imán necesario para la legitimidad de nuestras acciones.
5) Tzij: el valor de la palabra Implica el respeto, la obediencia y el cumplimiento a lo acordado. Significa también una forma de negociar sobre cualquier asunto sin hacer uso de documentos y otros mecanismos para cumplir con lo asumido y que debe cumplirse tal cual se aseguró.
6) Pixab: Respetar el consejo como una forma de compartir sabiduría y experiencias, especialmente el conocimiento de nuestras abuelas socias.
7) Kojtz’ijon: diálogo y comunicación, búsqueda de consenso. Escucharnos, conversar, saber escuchar, Usar adecuadamente las palabras, tener consideración a la otra persona. Aprender a dar vueltas juntas entorno a las ideas, cuidar la claridad de lo que queremos decir, evitar herir a las otras. Ser responsables de la relación entre todas.
8) Nimaq’ij: confianza en nosotras las mujeres: Confianza interna en la demanda de las mujeres. En mi misma, conocernos y reconocernos en las otras, valorarnos en nuestras capacidades y aportes.
9) Ak’axamen: Compresión. entender las diferencias políticas, puntos de vistas, las situaciones socioeconómicas, apoyarnos, dialogar y analizar y buscar la raíz de los problemas y sus posibles soluciones.
10) Nkikot wan: Armonía con la vida, amistad y unión con las socias y con las comunidades. Buscar la alegría de estar juntas.
11) Junam Tz’ij: fortalecer las relaciones humanas entre las socias para la búsqueda de su felicidad y seguridad a todo nivel, entendiéndolo como un pacto entre mujeres para cuidarnos entre todas. Buscar la seguridad de las mujeres para lograr una vida libre de violencias y que vivan en dignidad.
12) Rutz’aqat: complementariedad, porque somos parte de un todo sin jerarquización. Todos los seres que habitamos el cosmos, aportamos y nos aportamos mutuamente, eso pasa por reconocer con respeto las diferencias existentes, y valorar la colaboración y la reciprocidad. La colectividad interactúa, todos trabajan de la mano para la colectividad y los ciclos de la vida. Reconocer la diversidad y cómo se complementan las experiencias, conocimientos y formas de hacer de las asociadas; y la relación entre la madre naturaleza y las mujeres en la construcción de un buen vivir.
13) Kamol b’ey: la justicia como el derecho que tenemos como mujeres para hacer uso de los mecanismos que tiene el Estado para disminuir la violencia cometida contra las mujeres. por medio de leyes e instituciones. Sin embargo, es necesario abordar las causas estructurales originarias de la violencia, por medio de políticas, programas, estrategias y acciones integrales de prevención. El acceso a la justicia significa además contar con un cambio cultural de los funcionarios judiciales, para disminuir las prácticas tradicionales de estigmatización que criminalizan y revictimizan a las mujeres. Pero, por otra parte, también trabajamos para abrimos un camino hacia la construcción de otra justicia, donde nuestros cuerpos, vidas, palabras, deseos, territorios y pueblos, sean protagonistas, y encontremos los modos de defendernos, sanarnos, y reivindicar nuestro derecho a erradicar todas las opresiones.
14) Chojilej na’oj: sinceridad, lealtad, actuar con coherencia.
15) Sororidad: hermandad entre mujeres, el vernos como iguales, que podemos aliarnos, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión. la sororidad está basada en una relación de amistad, pues en las amigas las mujeres encontramos a una mujer de la cual aprendemos y a la que también podemos enseñar, es decir, a una persona a quien se acompaña y con quien se construye. Habla también de que, en esta relación, unas son el espejo de las otras, lo que permite a las mujeres reconocerse «a través de la mirada y la escucha, de la crítica y el afecto, de la creación, de la experiencia» de otras mujeres.