23 años de trabajo para erradicar la violencia contra las mujeres

El Trabajo Social desarrollado en 23 años de fundación de la Asociación Grupo Integral de Mujeres Sanjuaneras -AGIMS-, ha encaminado resultados positivos en las mujeres indígenas del municipio de San Juan Sacatepéquez del departamento de Guatemala.

Desde el acompañamiento del trabajo social en la atención de cada caso de mujeres sobrevivientes de violencia y que han decidido iniciar procesos legales en contra de sus agresores, así como la atención psicológica tanto para ella como la posibilidad de apoyo para su familia, quienes están en su mayoría, al cuidado y dependencia maternal.

Ammy Rompich, Trabajadora Social de la institución, cuenta que cada caso es particular, cada mujer trae una historia y en consecuencia los procesos de recuperación y superación de la violencia también es distinta.

Al primer acercamiento de las mujeres, AGIMS inicia con el estudio socioeconómico, el conocimiento de su nivel de formación educativa, la capacidad económica, su salud y la de sus hijos e hijas, información esencial para iniciar el proceso.

Causas de la violencia.

La experiencia de Rompich en atención a mujeres víctimas, hace ver que el patrón común de la problemática, es una infancia violenta, con fuerte presencia del alcoholismo y en tiempos actuales el consumo de drogas entre parejas de esposos.

Cuando se habla de una infancia violenta, Ammy hace mención que en las relaciones familiares el padre ha tenido dominio sobre la mujer, ejercido con violencia física, violencia psicológica; patrón que las niñas y niños repiten durante su crecimiento; en medio de esta violencia intrafamiliar, la desconfianza es abrumadora y la comunicación entre padres, madres con los hijos e hijas es nula, ratifica Ammy Rompich. 

Atención que brinda AGIMS

Para apoyar a las mujeres indígenas víctimas de violencia, AGIMS atiende desde lo jurídico en el acompañamiento para aquellas mujeres que deciden iniciar proceso penal en contra de sus agresores.

Talleres de sanación con pertinencia cultural 

La mayor parte de las mujeres atendidas, llegan a AGIMS con traumas severas, situación que se atiende con terapía psicológica para encaminar una vida plena al momento de regresar a su cotidianidad.

Según Ammy, las mujeres indígenas llegan tímidas, de pocas palabras, a medida que avanzan en el proceso, la autoconfianza crece al escuchar de otras mujeres historias similares, confianza reflejada en mayor comunicación entre ellas y el conocimiento de las herramientas jurídicas y de derechos fundamentales para defenderse de la violencia.

Este trabajo de apoyo para las mujeres ha sido el motor para que AGIMS sea un referente a nivel de la cabecera municipal y en las comunidades rurales; la especialidad de prevención y atención de violencia contra las mujeres.

En estos 23 años de trabajo, para AGIMS ha sido un reto y desafío el abordaje de la violencia y sus diferentes manifestaciones ya que aún sigue siendo un tabú hablar sobre los derechos de las mujeres, especialmente la violencia sexual.

Racismo y discriminación

Pese al trabajo desarrollado, en un municipio donde más del  65% de la población es de descendencia kaqchikel y el 34% ladina (según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística -INE-), los actos de racismo y criminalización siguen latentes en la estructura oficial, el cual repercute en la atención a las mujeres víctimas de violencia, algunas de las instituciones no dan crédito a las denuncias, porque una buena parte de las mujeres denuncian después de haber conocido los mecanismos tiempo posterior a las agresiones, por consiguiente, para las instituciones responsables de investigar las desestiman.

Así mismo la relación social interpersonal también se diferencia entre mujeres mestizas víctimas de violencia con relación a mujeres kaqchikeles, desde la atención que brinda la asociación AGIMS hasta en las etapas finales de los procesos “la mujer kaqchikel siempre es agradecida, las mestizas no dan crédito a que una mujer o profesional kaqchikel les brinde asesoría”, similares circunstancias se enfrentan en los tribunales de justicia.

Pese a las diferencias en estos 23 años, AGIMS se ha constituido en un referente para la atención de esta problemática, para Ammy Rompich “la violencia siempre ha existido, pero ahora se conoce más por las denuncias que se han atrevido a presentar las mujeres.

VTA/AGIMS